Inglés para bebés: ¿Por dónde empiezo? (parte 1)
La importancia de empezar a enseñar inglés a nuestros hijos lo antes posible.
Hoy nos desviamos un poco de nuestra temática habitual y os presentamos un tema que seguramente será del interés de muchos de vosotros, hombres y mujeres empeñados en levantar el país a fuerza de tener bebés. Por muy pequeños que estos sean, seguro que no se os ha pasado por alto la importancia de introducir a vuestro bebé en una segunda lengua cuanto antes. Las razones son muy diversas, pero para empezar os vamos a dar dos: nunca vuestro hijo/hija va a absorber un segundo idioma mejor que ahora (sí, aunque sólo tenga 2 ó 3 meses de edad); y además más os vale ayudarle vosotros mismos, porque con el desastroso sistema educativo que tenemos en España (en especial en lo concerniente a la enseñanza de idiomas) podéis esperar sentados si confiáis a la enseñanza pública que vuestro hijo sea bilingüe al alcanzar la mayoría de edad. Lo más probable es que hable inglés como un indio. Un indio de la época precolombina.
Nunca es demasiado temprano.
Una de las primeras preguntas que los padres se hacen a la hora de hablar en inglés a sus hijos es si no es demasiado pronto. La respuesta siempre es: no, no lo es. De hecho, lo ideal es ir informándose sobre el tema del bilingüismo durante el mismo embarazo. Una buena idea, por ejemplo, es ir informándose sobre métodos a seguir. Un método muy popular e interesante de inglés para bebés es el OPOL (One Person One Language), que se desarrolló de manera natural desde comienzos del siglo XX y fue teorizado por Maurice Grammont. Algunos de los puntos clave de este método son:
- Que el niño asocie cada idioma a una persona o a un ambiente. Esto facilita la labor al cerebro del niño, sabiendo a quién debe asociar cada idioma y en qué situaciones se usa un idioma u otro.
- Constancia y disciplina. Este suele ser el punto débil de los padres. A veces por vergüenza o por desidia, los padres dejamos de cumplir con nuestra parte del trabajo. El niño tiene que estar en contacto con los dos idiomas todos los días de su vida.
- Reparto equitativo del tiempo. Generalmente en el método OPOL cada progenitor se hace cargo de un idioma, así que es importante que haya un equilibrio. Este punto también es complicado de cumplir a veces, ya que en ocasiones uno de los padres pasa mucho más tiempo que el otro con el niño. Si la lengua principal es el español, el método OPOL exige un mínimo del 30% de la jornada del niño en la segunda lengua.
- Variedad. Apoyarnos de materiales externos (vídeos, canciones) y, por supuesto, profesionales nativos de la educación (generalmente en el jardín de infancia) ayudarán al niño a tener acceso a diferentes acentos y maneras de expresarse, enriqueciendo su lenguaje.
Otro método de inglés para bebés que hemos encontrado es el Total English Teaching, que llevan a cabo una red de centros en Valencia y que desarrollan sus propios materiales y recursos. Hoy en día elegir un jardín de infancia que ofrezca éste u otro método similar es fundamental.
Consejos para ser el perfecto papá/mamá bilingüe.
Deja al lado la vergüenza.
Hablar en inglés a tu pequeño significa que no solo lo tendrás que hacer en la intimidad de tu casa, sino también en el súper haciendo la compra o en la cola de la panadería, delante de desconocidos. Al principio puede dar un poco de corte, pero luego se pasa; y con el inglés para bebés es fundamental ser muy constantes.
Busca apoyos externos.
Abusa un poco de la confianza de amigos y familiares que sepan inglés (más aún si conoces a algún nativo) y pídeles que también se lo hablen. También a ellos les dará un poco de corte al principio, pero luego se les pasará.
Pásatelo bien.
Esto es esencial. Se trata de un esfuerzo constante durante años, así que más te vale encontrarle un punto lúdico. Juegos, canciones, harán que sea más sencillo, no solo para el pequeño, sino también para ti.
Ten paciencia.
Cada niño se desarrolla de una manera particular. Los hay que en seguida empiezan a balbucear en inglés y los que tardan años en hacerlo, pero que luego se sueltan de repente. Es una tarea esta a veces ingrata, pero te aseguramos una cosa: el inglés para bebés siempre da sus resultados, más pronto o más tarde.
Implica a los/as hermanos/as.
Si tienes más de un hijo/a, la educación bilingüe puede ser más fácil de llevar a cabo. Si tienen edades parecidas interactuarán entre ellos y los juegos serán más divertidos, y si uno de ellos es varios años mayor puede convertirse en un estupendo profesor de apoyo.
En el siguiente artículo de inglés para bebés os explicaremos cómo desarrollar el bilingüismo en las diferentes edades del niño y os resolveremos algunas de las dudas más comunes a la hora de enseñarles inglés.
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