Necesidades formativas y empresa: cómo identificarlas.
Hemos decidido formarnos. ¿Pero en qué? Te presentamos un sencillo método para conocer con precisión nuestras necesidades formativas.
¿Necesidades… formativas?
Se considera necesidad al desfase que hay entre lo que debería haber y lo que hay. En el trabajo, es la distancia existente entre el desempeño real de una tarea y el que sería razonable esperar. Cuando esa brecha se puede cubrir con formación, se considera que tenemos una o varias necesidades formativas.
Si no se puede cubrir con formación, pero igualmente disponemos de crédito y no sabemos cómo utilizarlo, tal vez deberíamos optar por formarnos en un conocimiento transversal: idiomas, informática o habilidades sociales. Se les llama conocimientos transversales porque pueden resultar útiles a cualquier trabajador en cualquier momento de su carrera profesional; con lo cual, siempre pueden acabar resultando una buena inversión de cara al futuro.
Además, si esos trabajadores no están cumpliendo adecuadamente con su tarea, deberíamos tener presente que esto tal vez se deba a una carencia de motivación; en cuyo caso, ofrecerles una formación de tipo transversal también podría contribuir a que se sientan más valorados y se identifiquen con la empresa y sus objetivos.
Fases del método para detectar necesidades formativas:
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Analizar las tareas
Para identificar nuestras necesidades formativas, lo primero que debemos hacer es analizar cada puesto de trabajo. La forma más efectiva de hacerlo es desglosando este puesto de trabajo en tareas. Por ejemplo:
PUESTO DE TRABAJO: | TAREAS A DESEMPEÑAR: |
Camarero. |
|
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Competencias que hacen falta para desempeñar esas tareas:
Aquí debemos enumerar las destrezas, habilidades y conocimientos que serían necesarios para desempeñar de forma óptima las tareas que hemos desglosado en la anterior tabla:
PUESTO DE TRABAJO: | COMPETENCIAS: |
Camarero. | Habilidades técnicas:
Habilidades personales:
|
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Comparar esas competencias con las de los trabajadores que las llevan a cabo.
Haremos, en primer lugar, una tabla como la anterior; pero detallando, en este caso, las competencias que tiene el trabajador concreto a quien queremos evaluar:
TRABAJADOR/A: | COMPETENCIAS: |
xxxx xxxxxxxxxx xxxxxxxxxx | Habilidades técnicas:
Habilidades personales:
|
A continuación, las compararemos con las de la tabla anterior. En este caso, por ejemplo, podemos ver que el trabajador no tiene destreza preparando combinados, no sabe inglés y carece de la capacidad de trabajar en equipo.
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Evaluación del desempeño.
Para ello, lo que hacemos es tomar las tareas que hemos desglosado en la primera tabla y puntuar en cada una de 0 a 10 a los trabajadores que las están desempeñando.
TRABAJADOR: | TAREAS: | PUNTUACIÓN: |
xxxx xxxxxxxxxx xxxxxxxxxx | Atender en barra. | 7 |
Tomar pedidos en terraza y sala. | 4 | |
Pasar pedidos a cocina. | 5 | |
Pasar pedidos a barra. | 7 | |
Preparar pedidos sencillos. | 10 | |
Preparar y cobrar cuentas. | 6 | |
Reponer las cámaras frigoríficas. | 5 | |
Advertir al encargado de los artículos a reponer. | 5 | |
Atender a la limpieza general del establecimiento. | 7 |
5. Definir las cosas en las que podemos mejorar.
En esta última fase compararemos las tablas de todos los trabajadores y analizaremos sus resultados, lo cual nos permitirá distinguir en qué áreas podemos hacer las cosas mejor, estudiar si podemos resolverlo con formación y empezar a buscar la más adecuada para ello.
Fuente: Guía de elaboración de planes formativas para empresas, del Instituto Aragonés de Empleo.
Photo credit: quicksandala from morguefile.com
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